Somos los que buscamos más allá de lo obvio, los que hemos encontrado en el Universo nuestro hogar, los que abrazamos la vida en lugar de luchar contra ella.
Los distintos, los de la conciencia estelar, los que creen y aman a todos los seres, los que buscamos el apoyo del “más allá” para poder sobrevivir en el “más acá” con todo y su densidad.
Somos los que entendemos del amor incondicional, de la vida en las estrellas, en las plantas, en las piedras, los que abrazamos con amor a los animales porque son nuestros hermanos menores y los únicos que al parecer comprendieron verdaderamente lo que es amar sin condiciones, los que comprendemos que la madre Gaia está más viva que nunca porque sentimos el latido de su corazón bajo nuestros pies.
Somos aquellos locos que escuchan su corazón aunque no siempre le hagamos caso, nos comunicamos con otros seres, hablamos con las estrellas, con el sol, con la luna.
Somos los que expandimos la Luz o por lo menos tratamos de ello, usamos símbolos “mágicos” y nos envolvemos en colores de acuerdo con la necesidad, los que hacemos unas oraciones diferentes, los que oramos a el universo, a los ancestros, a la madre Gaia y al padre Universo porque ellos jamás nos han pedido eso porque somos seres de amor y no de castigo que abraza a todas sus criaturas, y hasta nos regala la infinitud del universo para que aprendamos y tiene paciencia para esperar que lo hagamos.
Somos esos locos qué caminamos descalzos por la tierra y abrazamos árboles como lo que somos, locos pues, creemos en la energía y nos hacemos responsables de nuestras acciones por aquello de la ley de causa y efecto. Vemos cómo todos nos ahogamos en un vaso de agua cuando tenemos todo para ser felices porque somos semillas estelares. Creemos en la multidimensionalidad del alma y sabemos que hay muchos planos de conciencia para experimentar.
Viajeros del tiempo, guerreros de la luz, sanadores y maestros disfrutando de este multiverso maravilloso, único e inigualable.
Estefanía Usutoris