El enamoramiento se produce como consecuencia de la conjunción de tres variables:
1 Necesidad afectiva
2.Idealización del sujeto amoroso.
3.Reciprocidad del sentimiento.
Sin que concurran las tres circunstancias no se puede hablar, propiamente de enamoramiento, al menos tal como nosotros lo entendemos. Sin necesidad afectiva, las personas podrían amar pero no enamorarse, porque el enamoramiento no es otra cosa
que una percepción distorsionada y desmedida del atractivo del sujeto idealizado, y la idealización no es mas que la expresión de necesidades afectivas desmesuradas. Por consiguiente, podemos concluir que sin necesidad afectiva no se produciría la idealización y sin idealización no existirá el enamoramiento, porque no podríamos atribuir al sujeto propiedades que no posee pero que nosotros necesitamos adjudicarle para poder
enamorarnos.
A nivel intrapsíquico la dinámica de la vinculación amorosa funciona de la siguiente manera:
1. La persona toma conciencia de su necesidad y busca alguien con quien compartirla
2. Los patrones estéticos, culturales y morales que tiene interiorizados determinan el perfil de persona que desea encontrar.
3. Cuando se conoce a alguien que acepta la interacción, se produce una dialéctica inconsciente entre su deseo e vinculación y el miedo a equivocarse que, si pudiera verbalizarse, se expresaría así: creo que me gusta y le
gusto, pero no lo tengo claro. No se si esperar otra ocasión o probar a ver que ocurre.
4. Si la necesidad afectiva es grande, la persona disipa esas dudas a través de la idealización, adjudicando al elegido valores que en realidad no tiene, pero que el necesita encontrar para poder enamorarse.
5. Cuando todo este proceso encuentra reciprocidad es cuando el enamoramiento se convierte en vinculo afectivo-sexual-sentimental.
Supongo que de la dinámica descrita puede deducirse perfectamente que el enamoramiento esta mas determinado por la necesidad afectiva que por los valores personales. Cuando mayor es la necesidad, mas proclives somos a enamorarnos y mas fácilmente nos equivocamos en la elección.
Por eso, las personas que mas necesitan el amor son las que mas sufren al enamorarse porque establecen vínculos neuróticos que se diluyen rápido o generan relaciones de dependencia que pueden desestructurar gravemente a la persona.
Pero en el contexto cotidiano la idealización se extingue porque la realidad se impone. Entonces es cuando toca discernir si el vinculo resultante es una base consistente donde construir el amor, o solo queda la inercia residual de una pasión fenecida.
Fuente: El arte de enamorar de Antoni Bolinches.